Si llevas tu cámara a la playa, es muy probable que consigas unas fotos preciosas del agua, la arena, la gente y el entorno. Sin embargo, para conseguir estas fotos hay que tener en cuenta las condiciones especiales. Además, tienes que evitar los daños que la arena y el agua pueden causar a tu equipo. Sigue estos consejos para crear imágenes maravillosas de un lugar encantador.
Además de los consejos que se ofrecen a continuación, considere la posibilidad de utilizar una cámara diseñada para las condiciones de la playa. Este tipo de equipo es resistente a la arena y otros residuos y puede utilizarlo en el agua.
Mantenga la seguridad del equipo
Antes de pensar en hacer su primera foto, asegúrese de proteger el equipo que utiliza para ello.
Utiliza bolsas. Protege tu cámara del duro ambiente de la playa utilizando una bolsa para cámaras y una bolsa de plástico que puedas sellar. La bolsa de la cámara la protegerá de la arena. La bolsa de plástico sellada la mantendrá a salvo del agua.
Aléjese del viento. Si el día es ventoso, es posible que quieras replantearte el uso de tu cámara en la playa por un par de razones. La arena que sopla podría alojarse en la carcasa de su cámara y dañar las partes sensibles. Asimismo, las salpicaduras de agua podrían golpear su cámara, lo que podría causar daños por agua.
Evite cambiar los objetivos en el exterior. Si tiene una cámara DSLR o DIL que requiere que cambie los objetivos mientras la utiliza, vaya al interior de su coche o quizás a una tienda de campaña para cambiarlo. Podrían producirse daños muy rápidamente si los objetivos están expuestos a la arena o al agua.
Utilice correas. Si va a fotografiar cerca del agua, utilice una correa para la muñeca o el cuello para evitar que la cámara se caiga al agua.
Mantenga el equipo a la sombra. No deje la cámara a la luz directa del sol; utilice la bolsa de la cámara, una sombrilla de playa, una toalla u otro objeto para protegerla.
Evite tocar la cámara. Antes de manipular el equipo, asegúrese de tener las manos muy limpias y secas. Si tiene crema solar en las manos, puede causar problemas al objetivo y a la pantalla LCD. Si sus manos están mojadas, puede causar daños por el agua.
Optimizar para el entorno
Aunque la playa es única en algunos aspectos, es como otros tipos de entornos en el sentido de que hay que ser consciente de las condiciones.
Presta atención al horizonte. El lugar donde el agua se encuentra con el cielo o donde la arena se encuentra con el agua puede proporcionar una línea limpia como fondo para tus fotos. Para obtener los mejores resultados, la línea debe ser completamente horizontal, no inclinada. Algunas cámaras colocan líneas superpuestas en la pantalla LCD, lo que te ayuda a alinear el horizonte. Si no tienes acceso a esta función, simplemente presta atención al horizonte mientras disparas. Intenta situarlo en la parte superior o inferior del encuadre, siguiendo la regla de los tercios.
Comprueba la exposición. Las fotos de la playa a menudo implican disparar con una fuerte luz de fondo, como la foto de la puesta de sol de arriba. Asegúrate de ajustar la exposición para el sujeto y no para el fondo, o acabarás con un sujeto subexpuesto.
Aléjate también del agua a veces. Algunas actividades de la playa no tienen que ver con el agua, así que recuerda que también debes fotografiar sujetos, como pájaros, rocas o sombrillas de colores, en la otra dirección.
Utilice la velocidad de obturación adecuada. En muchas actividades de playa, como la natación y el voleibol, el sujeto se mueve con cierta rapidez. En estos casos, asegúrate de disparar con una velocidad de obturación rápida, lo que no debería ser un problema con la luz del sol que suele haber en la playa.
Cuidado con las sombras. La luz del sol puede crear sombras muy marcadas en algunos sujetos. Considera la posibilidad de configurar tu cámara para forzar el disparo del flash, creando un «flash de relleno» que las elimine.