Interlaken debe su nombre a que se encuentra entre dos lagos: al este está Brienz y al oeste Thun. Pero, aunque el nombre de Interlaken lo incluya, no todo son lagos en esta bella ciudad suiza.
El elemento acuático contribuye sin duda al atractivo de Interlaken, pero es el entorno montañoso lo que realmente hace que este lugar sea tan maravilloso. Rodeado de picos nevados y escarpados, las encantadoras calles, los edificios históricos y la arquitectura de estilo chalet de la ciudad son la guinda del pastel.
Alojarse en Interlaken tampoco es tan difícil como escalar una montaña. En primer lugar, hay más de una estación de tren que da servicio a esta pintoresca zona, además de un sistema de autobuses. ¿Y el alojamiento? Hay mucho donde elegir, con alojamientos económicos y hoteles sorprendentemente grandes e históricos.
Se trata de un impresionante hotel del siglo XIX en un edificio señorial, con un comedor decorado con elementos originales ornamentados -como pilares tallados, arquitrabes y techos pintados- y enormes ventanales con vistas increíbles. El Hotel Jungfrau sí que sabe cómo hacer el estilo del viejo mundo.
No muy lejos del Schloss Interlaken, hay también un salón de puros, un restaurante italiano y un piano bar. También encontrará una piscina cubierta y un fantástico spa: el lujo en su máxima expresión. Ni que decir tiene que las habitaciones son refinadas y elegantes. Además de estar situado a sólo siete minutos a pie de la estación de tren de Interlaken-West, este hotel cuenta con un té de la tarde increíble, posiblemente el mejor de Interlaken.
Si buscas un lugar histórico para alojarte en la ya histórica Interlaken, este lugar lo es. El Hotel Interlaken comenzó en realidad en 1323, cuando se fundó como hospital. A lo largo de los años, se convirtió en una taberna en 1491 y ha acogido a muchas celebridades, como el compositor Felix Mendelssohn y el poeta Lord Byron.
Las habitaciones están bellamente actualizadas: una reimaginación moderna del ambiente alpino, con paredes revestidas de pino. También hay un bar rústico para disfrutar en el lugar. Desde aquí se puede dar un paseo hasta la estación de tren de Interlaken-Ost, pero también hasta el Interlaken Harderbahn, que llega hasta Harder Kulm (1.321 m) para disfrutar de las vistas más espectaculares que se puedan imaginar.
A sólo seis minutos a pie de la estación de tren de Interlaken-West, el Hotel Beausite puede que no sea todo lujo, pero ciertamente viene repleto de todo lo necesario para disfrutar de una agradable estancia en esta hermosa zona. Las habitaciones están equipadas con minifrigorífico y cafetera, y algunas incluso tienen vistas a la montaña; además, el bar y el bistró del hotel están especializados en un plato delicioso: ¡la fondue de queso!
Además, tanto el desayuno como el aparcamiento son gratuitos, lo que lo convierte en una excelente opción para los que viajan con poco presupuesto, o en un viaje por carretera. También hay una parada de autobús a pocos minutos a pie del Hotel Beausite, pero se puede ir andando a todos los restaurantes internacionales del centro de la ciudad.
Ubicado en un gran edificio antiguo, el Hotel Du Nord cuenta con algunas ventajas gratuitas que hacen que su estancia tenga una gran relación calidad-precio. Para empezar, puedes pedir prestada una bicicleta de forma gratuita y pedalear por la zona. También se ofrece un desayuno y un aparcamiento gratuitos, así como billetes de transporte para la zona. ¿No te parece perfecto?
Aparte de eso, las habitaciones están encaladas, son sencillas y acogedoras; también se puede mejorar para obtener un balcón. Está prácticamente al lado del Schloss Interlaken y de la Schlosskirche Interlaken, ambos centenarios. Para mayor comodidad, está a menos de diez minutos a pie de la cercana estación de tren de Interlaken-Ost.
Este histórico hotel lleva atendiendo a sus huéspedes desde 1801; es un gran edificio con un lago y montañas como telón de fondo. En su interior se han conservado los elementos de la época, pero se ha prestado especial atención a los detalles modernos de las boutiques, con un estilo minimalista y un mobiliario elegante y sencillo.
Incluso puede optar por alojarse en un apartamento o en una cabaña –ambos junto al lago- que cuentan con cocina para mayor comodidad. Además, este hotel patrimonial está situado a sólo cinco minutos a pie de la estación de tren de Interlaken-West. También está a un corto paseo del Museo Turístico de la región de la Jungfrau, donde podrá aprender todo sobre el desarrollo del esquí y el turismo en la zona.
Aunque está situado a menos de tres kilómetros del centro de Interlaken, al alojarse aquí no le importará estar ligeramente alejado de la ciudad. Las vistas desde el Hotel Jungfrau son impresionantes, con paisajes montañosos a su alrededor.
El hotel también es adecuado, con una decoración de estilo chalet en sus refinadas y pulidas habitaciones. Con un restaurante y un desayuno gratuito incluido en el precio de la habitación, no tendrá que preocuparse por pasar hambre en este hermoso lugar. Pero si quiere aventurarse en la ciudad para encontrar una mayor variedad de restaurantes, la estación de tren de Wilderswil está a sólo dos minutos a pie del Hotel Jungrau.
Este hotel de 4 estrellas está bien situado y permite a los huéspedes ir a pie a las tiendas, a la estación de tren de Interlaken-West y a toda una serie de cafeterías y restaurantes internacionales. En el Hotel Krebs hay un restaurante suizo, además de un delicioso restaurante de fondue de queso y un acogedor y cálido bar.
Las habitaciones son elegantes pero sencillas. Una mezcla de decoración moderna y tradicional, con cortinas de tela de flores y mobiliario minimalista, para una estancia refinada pero relajada. Incluso se puede mejorar para obtener vistas a la montaña y balcones; aunque si se opta por una suite se obtiene espacio adicional con una zona de estar. Es fácil coger el autobús por la zona gracias a la parada en la estación de tren.
El Hotel Berghof Amaranth cuenta con hermosas vistas a la montaña desde su restaurante, una piscina exterior climatizada y un jardín con asientos para disfrutar de las vistas naturales del valle de Leutschine.
Este hotel se encuentra a poco más de diez minutos a pie del encantador pueblo de Wilderswil. Las habitaciones son sencillas, pero cálidas y acogedoras; si reserva una habitación en el anexo, las habitaciones son pintorescas y con paneles de madera. Para los visitantes con poco presupuesto, el desayuno es gratuito. También lo es el aparcamiento, lo cual es bueno, ya que la estación de tren más cercana (la de Golden Pass) está a poco más de cuatro kilómetros.
