¿Qué tienen en común los volcanes, las ciudades coloniales, los lagos azulados, las selvas y las ruinas antiguas? Todo ello se encuentra en el país centroamericano de Guatemala. El país es el corazón de la civilización maya, una civilización bastante avanzada para su época.
La región fue conquistada por los españoles en el siglo XVI, dejando tras de sí un legado de numerosas ciudades coloniales, entre las que destaca Antigua. Además, querrá visitar uno de los coloridos mercados en los que podrá adquirir artesanía local. También encontrará muchos lugares estupendos para alojarse en Guatemala, desde la orilla del lago hasta la ladera de una colina, donde podrá relajarse tras un ajetreado día de visitas y actividades al aire libre.
Si buscas unas vistas perfectas del legendario lago Atitlán de Guatemala, la terraza de Casa Palopo es un buen lugar para encontrarlas. Tanto si estás tumbado en una tumbona como si te sumerges en la piscina infinita, las vistas son sencillamente impresionantes. El hotel también es un buen lugar para ver cómo se hacen tortillas frescas o una demostración de cómo se tejen los textiles mayas. Algunas habitaciones de este pequeño hotel boutique presentan paredes azules, cuya pintura está hecha con cal, azúcar y sal. Y en todas partes la artesanía maya decora el interior.
No hay muchos hoteles que tengan su propia reserva natural, pero el Eco-Resort Laguna Lodge sí. Situado en el lago Atitlán, en el altiplano maya, se puede acceder al lodge en barco. La reserva no es muy grande, pero tiene un bosque seco tropical de gran altitud por el que se puede caminar. Para la construcción del hotel se utilizó piedra volcánica, lo cual es lógico, ya que desde el hotel se pueden ver tres volcanes. En las habitaciones y en las zonas públicas hay más piedra y antigüedades autóctonas.
El Hotel Boutique Las Lagunas es una buena base de operaciones cuando se trata de explorar el mundo de los antiguos mayas. Puede elegir entre visitar las magníficas ruinas de Tikal, explorar la selva en la reserva natural privada del hotel o, mejor aún, hacer ambas cosas. También puede observar las aves o las puestas de sol desde su suite de lujo. Puede que su suite esté sobre el agua, pero ni se le ocurra nadar a menos que no le importe compartir el lago con cocodrilos. Relájese, en cambio, en su jacuzzi privado.
Si le intriga la religión maya, querrá alojarse en Bolontiku Hotel Boutique. El nombre del hotel se traduce como «santuario de nueve dioses mayas». Es un buen lugar para experimentar el misticismo de esta antigua cultura indígena, ya que el hotel se encuentra en el pintoresco Lago de los Itzá y la selva cercana. En el restaurante se sirven platos elaborados con ingredientes utilizados por los mayas. Y si quiere llegar por aire, el hotel puede acomodar su helicóptero.
El Hotel Candelaria Antigua le facilita la entrada a la vida guatemalteca. Los críticos describen el hotel, a un corto paseo del centro histórico de la ciudad, como rústico, pero es mucho más que eso. Los artesanos locales hicieron los muebles con madera encontrada en el país. Las paredes están adornadas con obras de arte hechas a mano en la zona. Las habitaciones presentan una decoración maya, con tonos azules, rojos y morados. Si quiere vistas impresionantes de los volcanes y de los alrededores, diríjase a la terraza de la azotea y al solárium.
Los hoteles no son mucho más pequeños que el Hotel Cirilo, en Antigua, la antigua capital colonial de Guatemala. Este lujoso hotel boutique tiene sólo siete habitaciones, pero lo que realmente lo hace único es el entorno. El hotel está construido alrededor de las ruinas de una iglesia colonial del siglo XVI. Descrito por los huéspedes como mágico, seguro que querrá disfrutar de su desayuno sentado entre los jardines de estas ruinas. A poca distancia de las atracciones, este es un lugar ideal para parejas, ya que no se permiten niños menores de 15 años.
Jugar al golf en un entorno espectacular no puede ser mejor que en La Reunion Golf Resort, a unos 30 minutos de Antigua. El campo Fuego Maya es uno de los mejores del mundo. Los cuidados greens de este campo de 18 hoyos diseñado por Pete y Perry Dye están rodeados de exuberantes bosques verdes. Sin embargo, el punto culminante es la vista: cuatro volcanes. Estos volcanes también pueden verse desde el bar y el restaurante de la azotea. Las habitaciones tampoco están nada mal, con patios privados, piscinas infinitas y duchas privadas al aire libre.
